El carnet de manipulador de alimentos no es el único documento legal exigible en materia de sanidad a las empresas alimentarias. De hecho, la base documental son los Planes Generales de Higiene o Prerrequisitos, donde se encuentra el Plan de Formación de manipuladores de alimentos y sus registros. Parte de estos registros son los certificados o carnets de manipulador de alimentos. Pero, ¿cómo elaboramos nuestro Plan de Formación de Manipuladores de Alimentos? Veamos

El manipulador de alimentos es cualquier persona que tenga contacto con los alimentos, independientemente de su actividad laboral. El objetivo del Plan de Formación es garantizar que todos los manipuladores de alimentos tengan una formación adecuada y continua en higiene de los alimentos y que, además, lleven a la práctica correctamente las medidas de higiene aprendidas.

La formación de los manipuladores es esencial para garantizar que se aplican prácticas de higiene adecuadas. Recordemos de anteriores artículos que, cada establecimiento (dueño o dirección de la empresa) es el responsable de garantizar que los manipuladores están correctamente formados en higiene alimentaria.

El Plan de Formación de Manipuladores de Alimentos tiene un doble objetivo

• Por un lado, mejorar los hábitos y la higiene personal de los manipuladores, mediante la aplicación de Prácticas Correctas de Higiene.
• Por otro, mantener la formación de los manipuladores actualizada de forma continua (a través de la formación continuada).

El objetivo principal es garantizar que todos los manipuladores de alimentos del establecimiento disponen de una formación adecuada en higiene de los alimentos de acuerdo con la actividad de se desarrolla en el establecimiento, y que se aplican los conocimientos adquiridos. Igualmente el plan de formación se aplica con el fin de que todo el personal manipulador en el establecimiento, adquiera de forma continuada, conocimiento, actitudes y motivación para realizar prácticas correctas de manipulación y adquirir un grado de capacitación adecuado para la correcta implantación del Sistema de Autocontrol, todo ello con el fin de evitar riesgos para la salud del consumidor.
Se pretende que los manipuladores conozcan y apliquen las medidas generales de higiene, los procesos y prácticas correctas relacionadas con su actividad, los métodos de vigilancia y acciones correctoras a aplicar en su puesto de trabajo y su importancia para la seguridad de los alimentos que manipula.

¿Qué necesitamos para elaborar el Plan de Formación?

  1. Designar a un manipulador como responsable de comprobar que los demás manipuladores han recibido una formación  adecuada y de que se actualiza periódicamente. Para comprobar que la formación es adecuada, el responsable realizará un seguimiento de la formación supervisando las prácticas de higiene de los trabajadores. Anotemos en el Plan su nombre, apellidos y el cargo que desempeña en la empresa.
  2. Decidir quien impartirá la formación de los manipuladores de alimentos. Puede ser una persona o departamento dentro de la empresa que esté capacitado para ellos, o bien recurrir a una empresa de formación externa de manipuladores. Veamos estas opciones a continuación.

        Persona o departamento de la propia empresa

    • Indicaremos la persona o personas que se encargarán de impartir esta formación. Se deberá acreditar documentalmente los conocimientos en higiene de alimentos del o los docentes.
    • Indicaremos las actividades de formación que se desarrollaran, además de la frecuencia de estas actividades.
    • Dejaremos registro de las actividades desarrolladas. Este registro pueden ser  certificados individuales o certificados de acreditación de formación grupales. En el registro, como mínimo, debe constar los datos identificativos del docente, contenidos impartidos y la duración de la actividad.

    Aunque la actividad formativa más habitual es realizar un curso de manipulador de alimentos, puede que otras actividades sean más adecuadas, por ejemplo:
    • Charlas sobre nuevos aspectos de la normativa alimentaria que afecten a la actividad diaria de los trabajadores.
    • Charlas recordatorias de las principales normas de higiene de alimentos.
    • Elaboración de carteles divulgativos y actualización de los contenidos de los mismos.
    • Vídeos divulgativos demostrativos de las buenas prácticas de higiene.
    • Cuestionarios tipo test.
    • Cómo se controlan las buenas prácticas de higiene que deben seguirse en la actividad diaria y que demuestran que sus trabajadores disponen de los conocimientos necesarios y saben aplicarlos.

    Empresa fiable especializada de formación de manipuladores de alimentos externa

    Cuando en su empresa alimentaria no exista una persona debidamente capacitada para formar a sus trabajadores en materia de higiene alimentaria, o decida no formar directamente a su personal, esta formación puede ser adquirida en alguna entidad o empresa externa especializada en formación de manipuladores de alimentos que les ofrezcan garantías.

    En Qualitas Alimentarias tenemos años de experiencia en el sector. Los profesionales que han diseñado el curso llevan mejorando la higiene de industrias alimentarias desde el año 2006. Con este curso podrás cumplir con los registros obligatorios del Plan de Formación de Manipuladores de Alimentos de su empresa. Cada trabajador tendrá su carnet de manipulador de alimentos individual una vez finalice nuestro curso.

  3. Contenidos que deben conocer los manipuladores de alimentos (diferenciar por puesto de trabajo si fuera necesario). En el caso de realizar un curso de manipulador de alimentos, consultar con la empresa formadora sobre la idoniedad del curso para el determinado puesto de trabajo.
  4. Describir las prácticas de higiene que se supervisan a los manipuladores de alimentos y la frecuencia con la que se lleva a cabo esta vigilancia.
  5. Detallar las medidas correctoras que se llevaran a cabo en caso de incidencia detectada en relación a las buenas prácticas de manipulación.

Algunos ejemplos de prácticas que debemos supervisar en los manipuladores de alimentos y las posibles medidas correctoras son:

No cubrirse las heridas o cortes con vendajes impermeables.
Acción correctora: Se le ordena que se las cubra y si hubiese contaminado cualquier alimento se destruirá este.

No toser ni estornudar sobre el alimento.
Acción correctora: Si estornuda o tose cerca, se tirará el alimento.

Limpieza y desinfección de los útiles y maquinaria empleados en el desarrollo de la actividad, al finalizar las tareas.
Acción correctora: Si no realiza la actividad, se ordena que la efectúe antes de acabar su trabajo. Si se observan restos de suciedad grosera, se ordena que se vuelva a limpiar y desinfectar.

En el caso de que la misma incidencia se repita, será aconsejable que la medida correctora incluya formación adicional para el manipulador de alimentos “reincidente”. La formación de los manipuladores de alimentos es clave para suministrar alimentos seguros a los consumidores.

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