La gestión responsable de los alimentos no solo es una cuestión ética o ambiental, sino también legal. El 2 de abril de 2025 se publicó en el BOE la Ley 1/2025, de 1 de abril, de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario. Esta normativa actualiza y refuerza el marco legal que obliga a toda la cadena alimentaria a tomar medidas activas para reducir el despilfarro de comida.
Pero, ¿cómo afecta esto a empresas, comercios y trabajadores? ¿Existe formación obligatoria? ¿Hay un curso específico de desperdicio alimentario que deba realizarse?

¿Qué es la Ley de Desperdicio Alimentario?

La Ley de Desperdicio Alimentario tiene como objetivo prevenir y reducir las pérdidas y el despilfarro de alimentos en todas las etapas: desde la producción hasta el consumo final.
Se trata de una ley que busca aprovechar mejor los recursos, fomentar la cultura alimentaria y reducir el impacto ambiental y económico de tirar comida en buen estado.

Entre sus medidas clave se encuentran:

  • Exigir a empresas del sector alimentario un plan de prevención de pérdidas.

  • Establecer un orden de prioridades para el destino de los alimentos no vendidos.

  • Incentivar la donación de alimentos seguros.

  • Introducir obligaciones de formación para el personal que manipula o gestiona productos alimentarios.

¿A quién afecta esta normativa?

Esta ley afecta a toda la cadena alimentaria, desde agricultores y distribuidores hasta supermercados, restaurantes, comedores colectivos y empresas de cátering.

También están incluidos:

  • Tiendas de alimentación.

  • Mayoristas y minoristas.

  • Empresas de logística y transporte de alimentos.

  • Personal manipulador de alimentos que participe en la gestión de excedentes o control de mermas.

En definitiva, si tu empresa produce, transforma, distribuye o sirve alimentos, está obligada a aplicar esta normativa.

¿Es obligatorio hacer un curso sobre la Ley de Desperdicio Alimentario?

No, no es obligatorio realizar un curso específico sobre la Ley de Desperdicio Alimentario. Sin embargo, la Ley 1/2025 establece que las empresas deben garantizar la formación del personal en materia de prevención de pérdidas y gestión del desperdicio alimentario.
Por ello, aunque la normativa no exige un curso concreto, sí obliga a formar adecuadamente al personal implicado en la cadena alimentaria. Esta formación puede integrarse dentro de cursos de higiene y seguridad alimentaria que ya abordan estos contenidos.

¿Qué dice la ley?

El artículo 9 de la Ley 1/2025 indica que las empresas deben “garantizar la formación del personal implicado en la gestión de los alimentos a lo largo de la cadena de producción y suministro, especialmente en lo relativo a la prevención de pérdidas y desperdicio.” Esto incluye desde la implementación de un plan de prevención hasta la correcta gestión de los excedentes alimentarios.

Aunque no es un curso específico obligatorio, muchos de los conceptos se cubren en formaciones habituales, como el curso de manipulador de alimentos o de higiene alimentaria. Nuestro manual del curso de manipulación de alimentos recoge las prácticas relacionadas con la reducción de desperdicios y el manejo seguro de los alimentos.

Conocer bien la ley no solo ayuda a cumplir con la normativa, sino que también aporta un valor añadido a tu negocio al demostrar responsabilidad y compromiso con la sostenibilidad.

Obligaciones para las empresas: Ley de Desperdicio Alimentario 2025

La Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario 2025 establece una serie de obligaciones para los comercios y empresas del sector alimentario con el objetivo de reducir al mínimo el desperdicio de alimentos. Estas medidas afectan tanto a grandes superficies como a pequeños comercios, bares, restaurantes y servicios de catering. A continuación, detallamos los principales requisitos que deben cumplir:

1. Plan de Prevención del Desperdicio Alimentario

Las empresas deben contar con un plan de reducción y gestión de residuos que identifique los puntos críticos en la cadena de producción y distribución donde se generen pérdidas de alimentos. Este plan debe incluir estrategias específicas para reducir el desperdicio, así como mecanismos de control y seguimiento para evaluar la eficacia de las medidas implementadas.

2. Donación Obligatoria de Alimentos Aptos

Todos los alimentos que, aunque no puedan ser comercializados, sigan siendo aptos para el consumo humano deben ser donados a organizaciones benéficas o bancos de alimentos. Esta donación debe realizarse cumpliendo estrictos controles de seguridad alimentaria para garantizar que los productos lleguen en óptimas condiciones a las personas necesitadas. Además, las empresas deben llevar un registro detallado de las donaciones realizadas, indicando la cantidad y tipo de alimentos entregados.

3. Acuerdos de Colaboración con Entidades Receptoras

Para formalizar el proceso de donación, las empresas están obligadas a establecer convenios con entidades receptoras autorizadas, como bancos de alimentos o asociaciones sin ánimo de lucro. Estos acuerdos deben incluir aspectos como el tipo de productos a donar, los procedimientos de recogida, el transporte seguro y las responsabilidades de ambas partes. Quedan eximidos de esta obligación los establecimientos con una superficie de exposición y venta al público igual o inferior a 1.300 m².

4. Información Clara al Consumidor

Los establecimientos, especialmente los del sector de la restauración, deben ofrecer a los consumidores la posibilidad de llevarse a casa las sobras de sus comidas sin coste adicional. Además, es recomendable informar claramente en las cartas o menús sobre el tamaño de las raciones disponibles, dando al cliente la opción de elegir la cantidad más adecuada a su apetito.

5. Acciones de Concienciación y Formación

Las empresas alimentarias también deben promover la formación y sensibilización de su personal manipulador de alimentos respecto al manejo eficiente de los alimentos, así como realizar campañas de concienciación dirigidas a los consumidores. El objetivo es crear una cultura de responsabilidad en el consumo y manejo de alimentos, que ayude a reducir el impacto ambiental y económico del desperdicio.

¿Es obligatorio facilitar tuppers en bares y restaurantes?

La reciente Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario en España establece que los bares y restaurantes están obligados a ofrecer tuppers, envases reutilizables o fácilmente reciclables, para que los clientes puedan llevarse las sobras de sus comidas. Esta medida tiene como objetivo reducir el desperdicio alimentario y fomentar prácticas más sostenibles en el sector de la hostelería.

Además, la normativa especifica que estos envases deben proporcionarse de forma gratuita, salvo en el caso de que sean de plástico de un solo uso, en cuyo caso el establecimiento puede cobrar por ellos y reflejar el coste de manera diferenciada en el ticket, cumpliendo así con la Ley de Residuos 7/2022.

Esta disposición no solo garantiza que los alimentos sobrantes puedan ser aprovechados, sino que también impulsa una mayor concienciación sobre el impacto ambiental del desperdicio de alimentos y el uso de materiales no reciclables. Por ello, cada vez más bares están optando por utilizar envases sostenibles y promover el consumo responsable.

¿Qué pasa si una empresa no cumple con esta ley?

Se contemplan sanciones económicas que pueden ir desde los 2.000 hasta los 500.000 euros, dependiendo de la gravedad del incumplimiento.

Ejemplo de éxito: Supermercados responsables

Algunas cadenas de supermercados ya están aplicando medidas voluntarias similares a las que propone la ley. Por ejemplo, Carrefour, Lidl, Aldi y  Mercadona han implementado iniciativas para reducir el desperdicio alimentario mediante la donación de productos y la promoción de alimentos con descuento antes de su vencimiento;las famosas etiquetas amarillas.  Gracias a estas acciones, han logrado disminuir significativamente la cantidad de alimentos desperdiciados y ayudar a comunidades necesitadas.

¿Qué pueden hacer los consumidores?

Los ciudadanos también juegan un papel clave en la lucha contra el desperdicio alimentario. Adoptar hábitos como planificar las compras, aprovechar las sobras y conocer la diferencia entre fecha de caducidad y consumo preferente puede marcar una gran diferencia.

La Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario supone un avance significativo hacia la sostenibilidad alimentaria en España. Si tanto empresas como consumidores adoptan prácticas responsables, podremos lograr un futuro en el que los alimentos se aprovechen al máximo, reduciendo el impacto ambiental y ayudando a quienes más lo necesitan.

Adoptar hábitos sostenibles y responsables es fundamental para enfrentar el desperdicio alimentario. Todos podemos contribuir con pequeñas acciones que sumen un gran impacto en el planeta.

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