Los huevos son un alimento básico en muchas cocinas, pero ¿alguna vez te has preguntado si esos huevos que tienes en la nevera siguen siendo seguros para consumir? Saber si un huevo está malo puede evitar problemas de salud y desperdicio de alimentos.

El consumo de huevos de aves se remonta a la prehistoria, cuando los humanos recolectaban huevos de nidos silvestres. Las primeras evidencias de domesticación de aves datan de hace más de 7.000 años en el sudeste asiático, especialmente con el gallo rojo (Gallus gallus), el ancestro del pollo moderno.

¿Qué bacterias puede tener un huevo en mal estado?

Los huevos pueden ser portadores de bacterias como la Salmonella, que causa intoxicación alimentaria.  Consumir un huevo en mal estado puede representar un riesgo para la salud si está contaminado por éste u otros patógenos. A continuación, te mostramos un resumen claro de las principales bacterias que pueden encontrarse en huevos deteriorados y las vías más comunes por las que llegan hasta ellos. Conocer esta información te ayudará a prevenir intoxicaciones y a mantener una correcta seguridad alimentaria en casa.

🦠 Principales bacterias en huevos en mal estado y cómo llegan

Bacteria / MicroorganismoCómo llega al huevo
Salmonella spp.Infección interna desde la gallina o contaminación externa (heces, ambiente).
Escherichia coliContacto con heces de animales o manipulación antihigiénica.
Clostridium perfringensSe desarrolla si los huevos cocidos se dejan a temperatura ambiente.
Listeria monocytogenesContaminación por superficies, utensilios o refrigeradores sucios.
Moho y levadurasAparecen por almacenamiento prolongado, humedad o fisuras en la cáscara.

En este artículo, te enseñaremos métodos para identificar huevos en mal estado, además de algunos consejos prácticos para conservarlos correctamente. Evitarás una intoxicación alimentaria.

La correcta manipulación de los alimentos, incluyendo los huevos, es esencial para prevenir riesgos como los que acabamos de ver. Para ello, es necesario tener conocimientos actualizados en seguridad alimentaria. Si quieres profundizar más sobre las prácticas esenciales para garantizar alimentos seguros, te recomendamos informarte sobre el papel del manipulador de alimentos, una figura clave en toda la cadena de producción y consumo.

¿Cómo saber si un huevo está malo?

Es fundamental aprender a identificar los signos de descomposición antes de consumirlos.

Prueba de flotación: el método más sencillo

Uno de los métodos más eficaces y populares para comprobar la frescura de un huevo es la prueba de flotación. Solo necesitarás un vaso o bol con agua fría.

Cómo hacerlo:

  • Llena un vaso grande con agua fría.
  • Coloca el huevo con cuidado en el agua.
  • Observa cómo se comporta el huevo.

Interpretación de resultados:

  • Se hunde y se queda en el fondo, acostado de lado: El huevo está fresco.
  • Se hunde pero queda en posición vertical o inclinado: El huevo es comestible, pero no tan fresco.
  • Flota en la superficie: El huevo está malo y no debe consumirse.

Prueba del olfato

El olor es otro indicador fiable. Los huevos en mal estado desprenden un olor desagradable y característico, similar al azufre o a huevos podridos.

Cómo hacerlo:

  • Rompe el huevo en un recipiente limpio.
  • Huele el contenido inmediatamente.

Si percibes un olor fuerte y desagradable, deséchalo sin dudar. No importa si el huevo parece visualmente normal, el mal olor es señal de descomposición.

Inspección visual: aspecto

El aspecto también puede darte pistas sobre el estado del huevo. Examina tanto la cáscara como el interior.

Aspecto de la cáscara

  • Manchas o grietas: Pueden indicar contaminación bacteriana.
  • Cáscara pegajosa o viscosa: Señal de descomposición.

Aspecto del contenido

  • Clara turbia o de color verde o rosado: Puede indicar la presencia de bacterias.
  • Yema rota o muy líquida: Indica que el huevo ha perdido frescura.
  • Presencia de manchas oscuras o puntos extraños: Posible moho o contaminación.

Prueba de sonido

Algunos sugieren que sacudir el huevo cerca del oído puede dar pistas sobre su frescura. Si escuchas un chapoteo, podría significar que la yema y la clara están demasiado líquidas, lo que suele ser señal de deterioro. Aunque este método no es tan fiable como los anteriores, puede complementarse con otras pruebas.

Fecha de caducidad: No la ignores

Los envases de huevos generalmente incluyen una fecha de caducidad o fecha de consumo preferente. Aunque los huevos pueden ser seguros después de esa fecha si se conservan adecuadamente, es importante combinarlos con las pruebas anteriores para asegurarse de su frescura.

Consejos para conservar los huevos correctamente

  • Almacena los huevos en el refrigerador: Preferiblemente en su envase original para protegerlos de olores y cambios de temperatura.
  • Evita lavar los huevos antes de almacenarlos: La cáscara tiene una capa protectora natural que puede perderse si los lavas.
  • Guárdalos en la zona central del frigorífico: No en la puerta, ya que las variaciones de temperatura pueden acelerar su deterioro.
  • No rompas los huevos antes de almacenarlos: El contenido expuesto se descompone más rápidamente.

¿Qué hacer con los huevos que ya están al límite?

Si los huevos están a punto de caducar pero aún son comestibles, considera cocinarlos bien (como en tortillas o revueltos) o utilizarlos en recetas donde se cocinen a fondo, para reducir el riesgo de intoxicación.

Saber si los huevos están malos es fundamental para mantener la seguridad alimentaria en tu cocina. Utiliza estos métodos de comprobación para asegurarte de consumir huevos frescos y evitar problemas de salud. La prueba de flotación, el olfato, la inspección visual y la verificación de la fecha de caducidad son estrategias eficaces para determinar si un huevo sigue siendo seguro para comer.

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