El cadmio de las cabezas de las gambas son un riesgo para la salud. La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición es un organismo que se encarga de hacer cumplir la normativa en higiene alimentaria, pero también nos da recomendaciones nutricionales a los ciudadanos, entre otras funciones. Por ejemplo, si debemos o no chupar las cabezas de las gambas.

Las gambas, langostinos, cigalas y otros mariscos son el producto estrella de las comidas de Navidad y del picoteo de las vacaciones de verano. Muchos disfrutamos de estos productos del mar y pocos se resisten a chupar y saborear las cabezas.

Un hábito poco saludable, a pesar de los otros beneficios nutricionales que contiene el consumo de carne de marisco moderado. Y es que, lo peor de la gamba se encuentra en la cabeza, que a su vez, es donde está la mayor concentración del sabor de la gamba.

Lo que está bueno engorda o es malo para la salud.

La AECOSAN desaconseja chupar las cabezas de las gambas. Las cabezas de los crustáceos y otros moluscos contienen cantidades considerables de cadmio.

El cadmio es un metal pesado que no tiene ninguna función en nuestro organismo. Cuando lo ingerimos, a través de los alimentos, se acumula en hígado y riñón. Se puede encontrar en la tierra de cultivo, agua, productos de la minería, fertilizantes y, en alimentos como el centollo, crustáceos y moluscos.

Chupar las cabezas puede dañar su sistema urinario, principalmente riñón, y también su hígado. Estos dos órganos son los que mayormente acumulan el cadmio que pasa al torrente sanguíneo en la digestión. Y sin exagerar, el cadmio puede estar en nuestro riñón e hígado entre 10 y 30 años. Además, también afecta al depósito o de calcio y los huesos; provocando desmineralización de los huesos. No hay duda de que el cadmio es un peligro para salud. Esas cabezas de gambas feas, con apariencia de inocentes, no lo son tanto.

El consumo de cabezas de marisco con moderación, no es dañino. Puntualmente, algunos medios comunicación sensacionalistas generan alarma social por la manera de manejar esta información sobre el contenido en cadmio de las gambas.

Es necesario un consumo habitual de marisco, en particular, de chupar cabezas de gambas.

¿Por qué la cabeza es la parte con más riesgo?

En la cabeza es donde se encuentra el hepatopáncreas de las gambas, que es el órgano que acumula mayor cantidad de cadmio. Esto quiere decir que, sopas, caldos y salsas hechas con la cocción de las cabezas de estos crustáceos también tienen un contenido en cadmio que habría que valorar.

Chupar cabezas de gambas es un hábito que no es peligroso con moderación, pero que podríamos evitar.

Quizá el consumo de langostinos o marisco de mayor tamaño, de los que contienen bastante carne, sea más recomendable para los “chupadores de cabezas”. Ya que de estos mariscos de mayor tamaño, no es tan apetecible chupar sus cabezas.

Aunque sea un hábito tradicional, podemos cambiarlo.

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